Joseph Harris fue capturado en 2018 por maltratar y amenazar a las adolescentes secuestradas en su apartamento de Brooklyn, al mismo que se lucraba al obligarlas a trabajar ofreciendo servicios sexuales.
Un hombre de Brooklyn armado con dos pistolas fue condenado a 21 años de cárcel por el tráfico sexual de adolescentes secuestradas en el sótano de su apartamento.
Identificado como Joseph Harris, de 41 años, fue capturado en el mes de mayo de 2018 por maltratar y amenazas a las jóvenes al mismo tiempo que las obligaba a participar en actos sexuales para beneficiarse económicamente durante 10 meses, informaron las autoridades.
El sujeto, conocido con el seudónimo de “Luis Santana”, amenazó a una víctima con su arma antes de publicar una foto del hecho en la red social Instagram, también arrastró a otra víctima por el piso que estaba empapado con lejía durante un altercado por dinero en efectivo.
Harris también mantuvo relaciones sexuales con niñas de hasta 14 años mientras las mantenía cautivas dentro de la residencia en St. Mark’s Place en Prospect Heights desde julio de 2017 y hasta el día de su detención, declararon los funcionarios.
El proxeneta “alimentó” a las jóvenes secuestradas con múltiples drogas, en las que se encuentra éxtasis, cocaína, marihuana y pastillas, indicaron los investigadores, además las obligaba a tener relaciones sexuales con él mientras no estaban siendo forzadas a trabajar.
La operación contra Harris quedó expuesta luego de que la policía recibiera llamadas del 911 que informaban que había menores de edad en el apartamento. Los oficiales se apersonaron en el lugar y hallaron a dos víctimas adultas junto con una adolescente de 16 años.
Los agentes descubrieron en la vivienda un certificado de nacimiento de una joven de 17 años y recibos de hotel, informó Daily News.
Harris anunciaba disponibilidad de las niñas por medio de las redes sociales y el Internet, revelaron las autoridades.
Las pesquisas encontraron que el proxeneta obligó a las mujeres a entregar todo el dinero cobrado de sus clientes y castigó sin miramientos a quienes trataron de quedarse con el efectivo. Los oficiales también recuperaron un arma semiautomática cargada en su apartamento.
Breo Peace, fiscal federal de Brooklyn, anunció la condena junto con Michael Driscoll, jefe del FBI de Nueva York, y Keechant Sewell, comisionado de la policía de Nueva York, agradeciendo a la oficina del fiscal de distrito del condado de King por su colaboración.
Al momento de la captura de Harris, el entonces director de la policía de Nueva York, James O’Neill, denominó los crímenes como “unos de los más atroces de nuestra sociedad”.
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