La viruela del mono, también conocida como viruela símica, es una enfermedad viral rara causada por el virus de la viruela del mono, un ortopoxvirus relacionado con el virus de la viruela. Fue descubierta por primera vez en 1958 en colonias de monos utilizados para investigación, de ahí su nombre, aunque se cree que los roedores y otros animales salvajes también pueden ser portadores del virus.
Síntomas
Los síntomas de la viruela del mono son similares a los de la viruela, aunque generalmente más leves. Incluyen:
- Fiebre
- Dolor de cabeza intenso
- Dolor muscular
- Fatiga
- Ganglios linfáticos inflamados (una característica que diferencia a la viruela del mono de la viruela común)
- Erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende a otras partes del cuerpo, convirtiéndose en lesiones que luego forman costras y se caen.
Transmisión
El virus se transmite a los humanos a través del contacto con animales infectados, como roedores o primates, o a través de contacto cercano con una persona infectada, principalmente por medio de fluidos corporales, las lesiones de la piel o las gotículas respiratorias.
Brotes recientes
Aunque históricamente la enfermedad ha sido más común en África Central y Occidental, en 2022 se reportaron brotes fuera de África, activando alertas internacionales. La transmisión en estos brotes ha estado vinculada a contactos cercanos, incluidos encuentros sexuales, lo que ha planteado preocupaciones sobre nuevas formas de propagación.
Prevención y tratamiento
Para prevenir la viruela del mono, se recomienda evitar el contacto con animales y personas infectadas. Las vacunas contra la viruela ofrecen cierta protección, y en algunos casos, se utilizan antivirales y tratamientos sintomáticos. Aunque la mayoría de los casos son leves, en ocasiones puede haber complicaciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.