domingo 22 de diciembre de 2024 10:03 am

Que Suelten a Barrabás, Pedían los Fariseos: Un Análisis de su Significado e Impacto en la Vida Cristiana.


Por José Zabala/ Creador de Contenido.

New York: En la vida cristiana, uno de los episodios más impactantes es el juicio de Jesús ante Poncio Pilato, descrito en los evangelios. Un momento clave de este relato es cuando el pueblo, incitado por los fariseos y escribas, pide la liberación de Barrabás, un criminal, en lugar de Jesús, el justo. La frase «Que suelten a Barrabás» se convierte en un símbolo profundo de la elección entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia.


La Biblia narra cómo Jesús fue arrestado y llevado ante Pilato, gobernador romano, acusado de proclamarse Rey de los Judíos. A pesar de que Pilato no encontró culpa en Él, el pueblo, influenciado por los líderes religiosos, clamaba por su crucifixión. La opción de liberar a Barrabás o a Jesús fue presentada como una manera de cumplir con la tradición de liberar a un prisionero durante la Pascua. El pueblo, cediendo a la manipulación de los fariseos, prefirió a Barrabás, un reo culpable, en lugar del Hijo de Dios, quien no había cometido mal alguno.

El diálogo entre Jesús y Pilato en Juan 18:33-36 refleja la trascendencia de este momento. Cuando Pilato le pregunta a Jesús si es el Rey de los Judíos, Jesús responde: «Mi reino no es de este mundo». Esta afirmación establece que la misión de Cristo trasciende el poder político o terrenal, y está enfocada en un reino espiritual. Sin embargo, el pueblo, cegado por la influencia de los fariseos, clamaba por su muerte.


Este evento resuena poderosamente en la espiritualidad cristiana. La elección de Barrabás simboliza cómo, muchas veces, el mundo elige el pecado y la injusticia sobre la verdad y la santidad. Es un recordatorio de cómo la humanidad, a menudo, rechaza lo divino por lo mundano. Los fariseos, quienes representaban la ley y la religiosidad exterior, prefirieron mantener su poder y su control antes que aceptar la verdad que Jesús predicaba.

El acto de Pilato de «lavarse las manos» simboliza la cobardía ante la verdad, un reflejo de las personas que, por miedo o conveniencia, permiten que la injusticia prevalezca. Para los cristianos, este pasaje es un llamado a no sucumbir ante las presiones del mundo, sino a defender lo que es justo y verdadero, aunque la mayoría esté en contra.


La salsa, como género musical, ha sido una plataforma para expresar temas sociales, políticos y religiosos. Un ejemplo destacado de esto es el dúo Richie Ray y Bobby Cruz, conocidos como «los reyes de la Salsa». En su álbum Las Águilas de 1982, presentan el tema “Los Fariseos”, en el que relatan este pasaje bíblico, fusionando ritmos caribeños con un mensaje profundo. A través de su música, narran la injusticia cometida contra Jesús y cómo el pueblo, guiado por los fariseos, clamaba por la liberación de Barrabás.

El impacto de esta canción es significativo, no solo por su valor musical, sino por cómo lleva a las audiencias a reflexionar sobre la naturaleza humana y las decisiones que se toman ante el bien y el mal. En la vida cristiana, esta obra sirve como un recordatorio de que la fe no es solo una cuestión de creencias, sino de acciones y decisiones.


El llamado a «cuidarse de la levadura de los fariseos» que hace Jesús en Mateo 16:6 también es una advertencia sobre el peligro de las apariencias y de la hipocresía religiosa. Los fariseos, obsesionados con la ley, descuidaban el amor y la compasión. Hoy, este mensaje sigue siendo relevante, invitándonos a no dejarnos llevar por la apariencia de religiosidad, sino a vivir una fe auténtica y comprometida.

Finalmente, la historia de Barrabás y Jesús es una de las grandes paradojas del cristianismo: el justo fue condenado para que el culpable fuera liberado. En un sentido espiritual, representa la redención que Jesús ofrece a todos los pecadores. Al elegir a Barrabás, la humanidad eligió su propia condición caída, pero Cristo, al aceptar la cruz, eligió salvarnos de esa condición.

La música de Richie Ray y Bobby Cruz nos invita a meditar en esta realidad a través de ritmos y melodías que mueven tanto el cuerpo como el espíritu. Nos recuerdan que, aunque el mundo a veces elija a Barrabás, la fe cristiana nos llama a elegir siempre al justo, a Cristo, en nuestras vidas.

Este tipo de temas, que entrelazan la espiritualidad con expresiones culturales como la música, son fundamentales para la comunidad latina y afro-latina. Reflejan cómo las tradiciones cristianas influyen en el arte y cómo este, a su vez, se convierte en un vehículo de reflexión y enseñanza. Como creador de contenido, es esencial seguir explorando y resaltando estos temas que enriquecen nuestra identidad y nuestra fe.

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