Por José Zabala, Creador de Contenido
La sexualidad en la tercera edad sigue siendo un tema que, a pesar de su importancia, se aborda con demasiada frecuencia desde el silencio y la desinformación. A medida que la expectativa de vida aumenta y los adultos mayores se convierten en una parte significativa de la población, es fundamental reconocer que la sexualidad no se apaga con los años, sino que puede transformarse y adaptarse, ofreciendo nuevas formas de satisfacción y conexión emocional.
Por cierto te recomiendo que la reconocida ginecóloga-oncóloga, Dra. Kelda Rodríguez, ofrecerá una importante conferencia titulada “Sexualidad en la Tercera Edad” el próximo 6 de octubre de 2024, a partir de las 2:30 p.m., en la iglesia Fort George Presbyterian Church, ubicada en 1525 St. Nicholas Ave, esquina 186 St, en Washington Heights. Este evento está dirigido a todos los sectores de la comunidad, especialmente a las personas mayores y sus familiares, para fomentar una conversación abierta sobre la sexualidad en esta etapa de la vida.
La sexualidad en la tercera edad es una parte natural y valiosa de la vida que merece ser celebrada y vivida plenamente. Romper los mitos y tabúes que rodean este tema es el primer paso para garantizar que todos los adultos mayores puedan disfrutar de una vida sexual satisfactoria y enriquecedora. El deseo, el placer y la intimidad no tienen fecha de caducidad, y cada etapa de la vida ofrece nuevas oportunidades para explorar y disfrutar de la sexualidad en toda su diversidad.
Es tiempo de reconocer y respetar la sexualidad en la tercera edad como un derecho fundamental y una fuente de bienestar, contribuyendo a un envejecimiento activo, feliz y saludable.
Comprendiendo la Sexualidad en la Tercera Edad
La sexualidad en la tercera edad abarca más que solo el acto sexual; incluye la intimidad, el afecto, la compañía y la necesidad de sentirse deseado y amado. Para muchos adultos mayores, la vida sexual puede seguir siendo una fuente de placer, satisfacción y bienestar, aunque con algunos cambios y adaptaciones.
Cambios Físicos y Psicológicos
Con el envejecimiento, el cuerpo experimenta varios cambios que pueden influir en la actividad sexual:
- Para las mujeres, la menopausia trae consigo una disminución en los niveles de estrógeno, lo que puede causar sequedad vaginal, incomodidad durante el sexo y una reducción del deseo sexual. Afortunadamente, existen opciones como los lubricantes y la terapia de reemplazo hormonal que pueden ayudar a mitigar estos efectos.
- Para los hombres, la disminución en la producción de testosterona puede llevar a problemas como la disfunción eréctil. Estos problemas no son insuperables y, con orientación médica adecuada, existen tratamientos efectivos que pueden ayudar a mantener una vida sexual activa.
Además de los cambios físicos, el envejecimiento también puede traer consigo alteraciones en la imagen corporal y la autoestima. Sentirse menos atractivo o preocupado por las percepciones de los demás puede afectar el deseo sexual. Aquí, la comunicación abierta con la pareja y el apoyo emocional son esenciales para mantener una vida sexual saludable.
La Importancia de la Intimidad y la Conexión Emocional
La sexualidad en la tercera edad no se limita a la actividad física. A menudo, los adultos mayores valoran más la intimidad emocional y la conexión que el propio acto sexual. La cercanía, el cariño, los abrazos y el contacto físico son elementos que contribuyen enormemente al bienestar general y a la calidad de vida en esta etapa.
Beneficios de una Vida Sexual Activa
Mantener una vida sexual activa en la tercera edad tiene múltiples beneficios, tanto físicos como emocionales:
- Mejora del Estado de Ánimo: La actividad sexual libera endorfinas, las conocidas “hormonas de la felicidad”, que ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Fortalecimiento del Vínculo de Pareja: El contacto físico y la intimidad emocional fortalecen la conexión entre las parejas, promoviendo una relación más armoniosa y satisfactoria.
- Salud Física: La actividad sexual regular puede mejorar la circulación, fortalecer el sistema cardiovascular y contribuir al bienestar general.
- Mejora de la Calidad del Sueño: El orgasmo y la actividad sexual en general pueden ayudar a dormir mejor, lo cual es crucial para la salud y el bienestar de los adultos mayores.
Superando los Tabúes y Estigmas
Uno de los principales desafíos que enfrentan los adultos mayores en relación con su vida sexual es el estigma social. La sociedad, en muchos casos, asocia la sexualidad con la juventud y tiende a ver a los adultos mayores como asexuales. Es fundamental romper con estos estereotipos y entender que el deseo sexual no desaparece con la edad.
Hablar abiertamente sobre sexualidad en la tercera edad, tanto en la familia como con los profesionales de la salud, es esencial para abordar cualquier problema o preocupación que pueda surgir. Los médicos y terapeutas sexuales pueden ofrecer orientación y tratamiento para problemas específicos, como la disfunción eréctil o la sequedad vaginal, así como también pueden ayudar a mejorar la comunicación y la conexión entre parejas.
Consejos para una Vida Sexual Plena en la Tercera Edad
- Comunicación Abierta: Hablar abiertamente con la pareja sobre deseos, necesidades y preocupaciones es fundamental. La comunicación efectiva puede fortalecer la relación y mejorar la vida sexual.
- Educación y Conocimiento: Informarse sobre los cambios físicos y emocionales que se experimentan en la tercera edad puede ayudar a manejar expectativas y encontrar soluciones a los desafíos que puedan surgir.
- Cuidado de la Salud: Mantenerse activo físicamente, comer saludablemente y acudir a chequeos médicos regulares son hábitos que favorecen no solo la salud general, sino también la sexual.
- Explorar Nuevas Formas de Intimidad: La sexualidad no se limita al coito. Abrazarse, besarse, acariciarse y simplemente disfrutar de la compañía mutua son formas válidas y gratificantes de mantener la intimidad.
- Buscar Apoyo Profesional: Si se presentan problemas o inquietudes, no dude en buscar ayuda profesional. Terapeutas sexuales y médicos especializados pueden proporcionar el apoyo y las soluciones necesarias para disfrutar de una vida sexual plena.