Un hispano fue sentenciado a 23 años de prisión tras declararse culpable de atar y agredir sexualmente a una niña en un estacionamiento comercial en Long Island (NY). En los meses previos también la había abusado.
José Carabantes Pineda fue sentenciado a 23 años de prisión tras declararse culpable de atar y agredir sexualmente a una niña en un estacionamiento comercial en Long Island (NY).
Según la investigación y la declaración de culpabilidad del acusado, el 20 de marzo de 2021 Carabantes Pineda (37) llevó a la víctima de 10 años al estacionamiento de la tienda “Big Lots” en Riverhead, condado Suffolk, la ató con cinta adhesiva y la agredió sexualmente en el parte trasera de una minivan. La niña gritó y golpeó las ventanas del vehículo con la esperanza de que alguien la ayudara mientras intentaba quitarse de encima al acusado.
Un buen samaritano la escuchó y golpeó las ventanas fuertemente polarizadas y empañadas. Inmediatamente llamó al 911 y proporcionó información sobre el vehículo al Departamento de Policía de Riverhead. Mientras el conductor arrancó y él comenzó a seguirlo.
para que le dijera a la policía que estaba gritando porque acababan de golpear un auto, en caso de que la interrogaran. Al regresar a su domicilio minutos después, el imputado fue detenido.
Investigaciones posteriores revelaron que había estado abusando sexualmente de la niña durante los meses previos al asalto, agregó News 12. Carabantes se declaró culpable el pasado 24 de febrero. No está claro su vínculo con la menor para poder aproximársela en varias ocasiones.
Además de cumplir 23 años de prisión, la jueza Karen M. Wilutis también ordenó a Carabantes 20 años de supervisión posterior a la liberación.
“La valentía de esta joven víctima para luchar contra su abusador, la rápida reacción de un buen samaritano y la rápida respuesta del Departamento de Policía de Riverhead son la razón por la que este depredador fue detenido”, dijo en un comunicado el fiscal de distrito, Raymond A. Tierney. “El hecho de que haya personas que se aprovechan de niños inocentes como éste es simplemente incomprensible”.
En un caso similar, el mes pasado Elmer Martínez se declaró culpable de abusar sexualmente y amenazar a una niña durante seis años en Long Island (NY).
En febrero otros dos hispanos fueron acusados en casos separados de abuso sexual de menores de edad en Nueva York y uno de ellos se declaró culpable.
También ese mes Justin Dixon, presunto miembro de la pandilla Crips, fue acusado de promover la prostitución de mujeres, incluida una niña de 14 años, a las que obligada a vivir desnudas en una casa en Staten Island (NYC) y atenderlo como sus sirvientes, según una acusación federal.
Esta semana tres proxenetas y tres empleados de un hotel en El Bronx (NYC) fueron acusados como sospechosos de dirigir una red de prostitución que victimizó a al menos siete menores de edad.
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