martes 3 de diciembre de 2024 12:53 pm

Una envejecida nave espacial logra encender un radiotransmisor que no utilizaba desde 1981 a 24.000 millones de kilómetros de distancia

Voyager 1: Recuperación de Contacto y Nuevos Retos para la Misión Espacial más Lejana de la NASA

La histórica nave espacial Voyager 1, que lleva 47 años en su travesía interestelar, ha logrado recuperar el contacto con la NASA tras un fallo técnico que dejó a la misión incomunicada por varios días. Sin embargo, a pesar de restablecer la conexión, la Voyager 1 sigue enfrentando nuevos desafíos que su equipo en la Tierra intenta solucionar. A miles de millones de kilómetros de distancia, la nave continúa explorando el espacio interestelar, enviando información valiosa sobre territorios cósmicos inexplorados.

Voyager 1: Exploradora en el Espacio Interestelar

Desde su lanzamiento en septiembre de 1977, la Voyager 1 se ha convertido en el objeto humano más alejado de la Tierra, operando actualmente a unos 24.000 millones de kilómetros de nuestro planeta. Esta distancia la coloca más allá de la heliosfera, la burbuja magnética creada por el sol, donde sus instrumentos miden directamente el entorno interestelar.

Rescate a Distancia: El Desafío de la Comunicación

Para conservar energía, el equipo de la Voyager ha desconectado gradualmente diversos componentes de la nave. No obstante, el 16 de octubre, tras una orden de encender uno de sus calefactores, el sistema de protección contra fallos de la Voyager 1 se activó, lo que cortó la comunicación con la NASA. El equipo perdió la señal de respuesta de la nave el 18 de octubre, y aunque intentaron múltiples veces restablecer la comunicación, no fue hasta el 19 de octubre que la conexión se interrumpió por completo.

El sistema de protección contra fallos es una medida de precaución incorporada en la nave que actúa para preservar su funcionalidad; en este caso, desconectó sistemas no esenciales para evitar un consumo excesivo de energía. La interrupción no fue la primera, y el equipo sospecha que el sistema se activó en varias ocasiones más, lo que pudo haber cambiado la nave del transmisor de banda X, su modo de comunicación habitual, al de banda S, que consume menos energía pero es menos potente.

Ingenio y Resiliencia: El Equipo Encuentra Soluciones

La NASA ha tenido que recurrir al transmisor de banda S, un modo de comunicación que no se ha usado desde 1981 y que emite una señal mucho más débil. Gracias a la Red de Espacio Profundo de la NASA, los ingenieros lograron detectar esta señal y reestablecer una comunicación limitada el 22 de octubre. Sin embargo, la banda S no es suficientemente fuerte para transmitir telemetría ni datos científicos, aunque les permite enviar comandos básicos a la Voyager y mantener la antena de la nave alineada con la Tierra.

El equipo ha ideado soluciones innovadoras para mantener la misión activa, utilizando incluso los viejos propulsores de la Voyager para reorientar la antena hacia nuestro planeta y resolver problemas de software. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y la prioridad es identificar la causa exacta del fallo de comunicación antes de intentar activar nuevamente la banda X.

Hacia un Futuro Incierto

Si el equipo logra reactivar la banda X, la Voyager podría retomar la transmisión de datos científicos y continuar con su histórica misión. Mientras tanto, los ingenieros están trabajando con precaución y están enfocados en preservar la funcionalidad de la nave tanto como sea posible.

La longevidad y la resiliencia de la Voyager 1 son testimonio del ingenio humano y del compromiso de la NASA con la exploración espacial. A pesar de los años y los obstáculos técnicos, la nave continúa desafiando los límites del conocimiento humano y avanzando en su viaje a lo desconocido, enviando a la Tierra mensajes desde el confín de nuestro sistema solar.

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