sábado 12 de octubre de 2024 23:36 pm

Le urgen a Albany ayudar a la MTA para que crisis financiera no golpee a usuarios del metro de NYC

Las cuentas no cuadran en la Autoridad Metropolitana de Transporte, y pasajeros, defensores de mejoras a trenes y autobuses y polīticos latinos y la propia Administraciōn Municipal instan a la Gobernadora Hochul a dar luz verde a medidas dentro del presupuesto, que eviten un aumento de tafifas de las MetroCard y otorgue un salvavidas a la agencia.

Sonia González es una madre colombiana que todos los días toma el metro de Nueva York para movilizarse desde su casa en Astoria, Queens, hasta su trabajo en el Upper West Side, en Manhattan, donde limpia apartamentos. Y este viernes, esperando el tren N para irse a laborar, confesó que dos de sus grandes preocupaciones son: que el servicio se siga reduciendo y que los precios de la MetroCard aumenten pronto.

Y es que al igual de miles de pasajeros que dependen del sistema de transporte público de la Gran Manzana, la inmigrante colombiana ha escuchado que si en el próximo presupuesto estatal, que se está discutiendo en Albany actualmente, no le inyectan más fondos a la MTA (Autoridad Metropolitana de Transporte), los usuarios serán los que lleven la peor parte. La agencia enfrenta una severa crisis financiera, que se empeoró ante la reducción significativa de pasajeros, tras la pandemia del COVID-19 y la parada más clara es que necesitan recursos.

Pero el panorama sobre el futuro de la MTA, el metro y los autobuses luce nublado, pues uno de los grandes temas sobre los que siguen divididos la Legislatura y la Gobernadora, Kathy Hochul, es cómo financiar los problemas de liquidez que tiene la agencia de transporte.

Las posibles soluciones para recaudar dinero parecen fichas sueltas de un gran rompecabezas, en el que legisladores estatales han presentado propuestas como el cobro de permisos de estacionamiento en la ciudad, recaudación de impuestos a la propiedad del Madison Square Garden, aumento del impuesto de franquicia corporativa e incluso impuesto a los servicios streaming.

La Gobernadora ha sugerido aumentar el impuesto a la movilidad de la nómina y hasta pidió que la Ciudad se deje ver con $500 millones adicionales de lo que desembolsa para transporte cada año, asegurando que ello brindaría una fuente permanente de financiamiento, pero las decisiones finales al dīa de hoy todavīa lucen como un trancón de trenes, y políticos latinos que defienden a sus comunidades desde sus curules, instan a la mandataria estatal a que apoye en el presupuesto medidas que protejan a los usuarios y a la MTA.

Así lo manifestó el senador Gustavo Rivera, de El Bronx, el condado más pobre de la Gran Manzana, tras mencionar que la Legislatura está empujando iniciativas que tenderían la mano financieramente a la MTA, pero la Gobernadora parece hacerse de oídos sordos.

“Después de años de desinversión, nuestro sistema de transporte público, del que dependen tantos neoyorquinos especialmente de clase trabajadora, necesita ayuda desesperadamente. Desafortunadamente, la propuesta de presupuesto de la gobernadora Hochul no hace lo suficiente para garantizar la solvencia financiera a largo plazo de la MTA”, criticó el político demócrata.

“Por otro lado, mis colegas demócratas en la Legislatura han presentado propuestas legislativas reales, incluido el paquete “Fix the MTA” y la Ley “Invest in Our New York”, que generarían nuevos fondos públicos que estabilizarán financieramente a la MTA y ayudarán a ejecutar mejoras necesarias en la infraestructura de este sistema primordial para nuestra ciudad” , agregó Rivera, al tiempo que dejó claro que la Gobernadora debe entender que los neoyorquinos merecen un transporte público más accesible y asequible, en lugar de temer aumentos de tarifas regresivos y un servicio poco confiable.

En la cámara baja de Albany, la presión de los legisladores latinos también se ha dado con garras y dientes para lograr fondos para la MTA sin golpear el bolsillo de los usuarios, una de las grandes inquietudes que le quita el sueño a muchas familias de bajos recursos, como la asegura la asambleísta por Queens, Jessica González-Rojas.

“Los neoyorquinos están cada vez más preocupados por la asequibilidad de vivir en nuestra ciudad y estado. No hay razón por la que no podamos financiar adecuadamente a la MTA para evitar otro aumento de tarifas, aumentando la tasa del impuesto corporativo y los impuestos para quienes ganan más de $1 millón de dólares”, aseguró la política, destacando tan solo dos maneras en que pudiera darse un recaudo significativo que termine cerrando el hueco fiscal que hay en la MTA y planes efectivos para evitar incrementos en el servicio del Metro.

“Me complace que mis colegas legislativos tanto en la Asamblea como en el Senado hayan incluido $197 millones en fondos para congelar las tarifas a $2.75 y $50 millones para un piloto de autobús gratuito para 2 rutas por condado en ambos presupuestos de una sola cámara”, dijo la asambleísta hispana insistiendo a la jefe del Estado que no siga ignorando esas iniciativas. “Exhorto a la gobernadora Hochul a incluir esta financiación en el presupuesto final también, porque mis electores no deberían gastar más dinero en transporte. Insto a los líderes estatales a aprobar una legislación para aumentar los ingresos que nos ayude a llegar al servicio de seis minutos y mejorar el transporte público sin pasar la responsabilidad a los neoyorquinos en apuros”.

El llamado desde grupos de defensa de los usuarios de trenes y autobuses es el mismo: legislar para que la MTA siga funcionando con mejoras, y cuidar el bolsillo de los pasajeros.

“La gobernadora Hochul y la Legislatura no deben dejar atrás a los pasajeros. Deberían aprobar un presupuesto que mantenga y amplíe el servicio de metro y autobús”, dijo Danny Pearlstein, director de políticas y comunicaciones de la organización Riders Alliance, que ha exigido a las autoridades de transporte que incrementen el número de trenes por día. “Solo un servicio más frecuente ahorrará tiempo a los pasajeros, aumentará los ingresos de la MTA y hará que el transporte público sea más competitivo con la conducción de automóviles.

Elizabeth Adams, directora de defensa y organización de Transportation Alternatives, hizo un llamado a la Legislatura y a la Gobernadora para que no dejen a los pasajeros en la cola de los trenes.

“El transporte público es el alma de la ciudad de Nueva York, y nuestro presupuesto estatal debe reflejar eso”, dijo la activista, asegurando que no solo se trata de un mayor servicio sino de un servicio que esté a tono con la protección del Medio Ambiente. “Nuestra ciudad necesita un servicio más frecuente y confiable, especialmente en los autobuses. Si la Gobernadora Hochul y los legisladores estatales de Albany quieren ser líderes climáticos, deben invertir ahora por completo en el transporte público”.

El propio alcalde de la Ciudad de Nueva York ha levantado su voz para que Albany tome el toro por los cuernos y lance un salvavidas a la MTA, sin pretender ahorcar a la Administración Municipal, a la que la propuesta de la Gobernadora de destinar más de $500 millones anuales, le sabe mal.

500 millones de dólares es mucho dinero, particularmente cuando miras en 2025; vamos a llegar a un precipicio fiscal”, dijo hace varias semanas el mandatario local, tras visitar Albany, donde advirtió que la Ciudad contribuye a la MTA con $2,400 millones y que pretender imponer costos extra de $526 millones en el próximo año fiscal y más de $540 millones cada año siguiente, no tiene presentación.

“Esta propuesta actual golpea a los neoyorquinos dos veces: una a través de las tarifas más altas que los pasajeros seguirán enfrentando y otra a través de la disminución de la prestación de servicios por parte de su gobierno local, que tendrá al menos 500 millones de dólares cada año para subsidiar una autoridad estatal”, afirma Adams. “Es demasiado dinero para ser parte del presupuesto de la ciudad de Nueva York. La ciudad de Nueva York ha recibido un golpe, y lo que es aún más preocupante, no se le pide a ningún otro municipio del estado que haga esa contribución al sistema de la MTA”.

La presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, también mostró su oposición a que la Ciudad se meta más la mano al bolsillo para aliviar la crisis financiera de la MTA y pidió al Estado que haga lo propio. De hecho, los contribuyentes de la Ciudad proporcionan aproximadamente el 70% por ciento de los ingresos operativos de la MTA (sin incluir los ingresos por tarifas, peajes y fondos federales).

“Nuestros trenes subterráneos, autobuses y red de transporte público son líneas vitales que conectan a los neoyorquinos entre sí y con oportunidades económicas en los cinco condados. Sin embargo, nos preocupa el cambio de $500 millones en los costos anuales de la MTA para la Ciudad, que se propuso en el Presupuesto Ejecutivo de la Gobernadora, incluso para paratránsito y tarjetas MetroCard para estudiantes que el Estado pagó anteriormente en su totalidad o en parte”, dijo la líder demócrata.

La jefa del órgano legislativo de la Gran Manzana agregó que la Ciudad de Nueva York ha ampliado significativamente su apoyo financiero directo para la MTA durante la última década, y proporciona aproximadamente $1,300 millones cada año.

“Agregar nuevos costos importantes a la Ciudad a partir de un cambio de responsabilidad financiera para el transporte público, dadas las incertidumbres económicas y otros costos aumentados para nuestra ciudad propuestos en el presupuesto estatal, podría presionar aún más el presupuesto de la Ciudad”, dijo Adams, quien se mostró confiada en que Albany ayudará a abordar los desafíos que tienen para tender la mano a la MTA.

El presidente de la MTA, Janno Lieber, ha mostrado su apoyo a las propuestas de la Gobernadora Hochul y le suenan otras de los legisladores para tender la mano financieramente a la Autoridad Metropolitana de Transporte, pero advirtió que a lo que se le dé luz verde tiene que servir de verdad y no ser meros pañitos de agua.

El plan (de Hochul) brinda una resolución total y completa al déficit de la MTA provocado por la caída de pasajeros después del COVID. Y todos, Asamblea, Senado así como la Gobernadora, han declarado su compromiso de llegar a financiar completamente el déficit de la MTA. Ninguno de nosotros quiere recortar el servicio para las personas de clase media y clase trabajadora (…) el compromiso está ahí. La pregunta es ¿cómo llegar?” , comentó el jefe de la MTA, advirtiendo que cualquiera que sea la decisión de Albany debe ser segura financieramente.

No queremos ningún dinero experimental. Queremos saber que ese dinero va a estar aquí porque no queremos estar de vuelta aquí en un año diciéndoles que eso no funcionó y que necesitamos más dinero. Los pasajeros necesitan certeza y nosotros planear un sistema mejor y más grande. Los pilotos necesitan certeza. No quieren pasar por este drama todos los años”, enfatizó la cabeza de la MTA.

Y sobre el proyecto de la Legislatura que busca congelar la tarifa del metro en $2.75, el funcionario dijo que es una iniciativa buena, insistiendo en que la clave está en que se financie adecuadamente.

“No es ningún secreto. Le he dicho a la gente que mi primera prioridad es asegurarme que se aborden los déficits de la MTA (…) No quiero volver a Albany en cuatro años y volver a pasar por este drama. Pero si hay algunas ideas experimentales innovadoras puestas sobre la mesa, estaremos encantados de escucharlas siempre que estén financiadas”, agregó Lieber, quien reveló que el 80% de los costos de la MTA son salarios, prestaciones y pensiones.

eldiariony.com

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