Por José Zabala, creador de contenido
New York – Con cánticos de alabanza como “Alabaré” y velas encendidas, decenas de dominicanos de la diáspora se congregaron en la emblemática comunidad de Washington Heights para rendir homenaje al legado espiritual del Papa Francisco, tras su reciente fallecimiento. La emotiva vigilia, cargada de fe y reflexión, se llevó a cabo frente a la Iglesia de la Encarnación, ubicada en la avenida Saint Nicholas con la calle 175. Fue organizada por líderes comunitarios y religiosos que reconocen la profunda conexión del pontífice con la comunidad latina y su papel transformador dentro de la Iglesia Católica.
Un legado eterno para los latinos.
La actividad fue encabezada por Elida Almonte, presidenta de la Cámara Dominicana de Comercio USA, acompañada por Altagracia Hiraldo, fundadora del Desfile Nacional Mariano de Nueva York, junto a representantes de grupos católicos, culturales y comunitarios. Todos coincidieron en valorar la figura del Papa como un símbolo de humildad, servicio y esperanza.
Elida Almonte: “Francisco fue un Papa del pueblo”
“El Papa fue un mensajero de la paz, un revolucionario que amaba la diversidad y creía en la igualdad y el respeto para todos los seres humanos. Un ser de luz, justo, con una fe inquebrantable, que vivió brindando esperanza, amor y solidaridad al mundo entero”, expresó con emoción Elida Almonte.
Altagracia Hiraldo: “Nos dejó la esperanza viva”
Por su parte, Altagracia Hiraldo recordó con especial afecto su visita a Estados Unidos:
“2015 nunca se borrará de mi mente. El Papa dejó algo muy grande que se celebra cada 25 años: el Año de la Esperanza. Ahora que se fue a trabajar con Jesucristo en el cielo, nos dejó la esperanza de que Jesús es el Rey de la Gloria, y sin Él no vamos para ningún lado. El Papa preparó su alma para ir al cielo, y eso es lo que nosotros tenemos que hacer: amarnos más, perdonarnos, llamar a nuestros seres queridos, ayudar a los demás.”
Participantes: “Nos dejó una luz que no se apaga”
Los asistentes también compartieron palabras de amor y respeto hacia el Sumo Pontífice.
Marta de los Santos, residente en el Alto Manhattan, dijo:
“Sentimos que el Papa era parte de nuestras vidas. Hablaba nuestro idioma del alma. Nos dejó una luz que no se apaga con su partida física. Su presencia sigue viva en nuestras acciones.”
Sobre la muerte del Papa Francisco
El Papa Francisco falleció el pasado 21 de abril de 2025, a la edad de 88 años, debido a complicaciones respiratorias que agravaron su estado de salud en los últimos meses. Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Argentina, fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en asumir el liderazgo de la Iglesia Católica. Su pontificado, iniciado en marzo de 2013, se caracterizó por un enfoque pastoral centrado en la misericordia, el medio ambiente, la justicia social y el diálogo interreligioso.
Un llamado a la reflexión
La vigilia en Washington Heights no solo fue un acto de memoria, sino también un llamado a continuar su legado.
“Francisco nos enseñó a vivir con propósito, a luchar por los más débiles y a no tener miedo de ser instrumentos de paz”, concluyó el diácono Ángel Guzmán, uno de los oradores de la noche.
Los dominicanos de la diáspora, fieles a sus raíces y a su fe, cerraron la vigilia entonando “Pescador de Hombres”, simbolizando la guía espiritual que representó Francisco en vida y el camino que dejó marcado para las futuras generaciones.
