Por José Zabala, creador de contenido
Nueva York – La concejal dominicana Pierina Sánchez, representante del Distrito 14 del Bronx, impulsa con firmeza el proyecto de ley 431, con el objetivo de que la ciudad de Nueva York otorgue más licencias a los vendedores ambulantes, una demanda histórica de miles de trabajadores que operan sin permisos debido al acceso extremadamente limitado a licencias.
Con esta propuesta integral, Pierina Sánchez se consolida como una voz firme y progresista a favor del comercio justo, la legalización laboral y el respeto a los derechos de los trabajadores inmigrantes que luchan día a día por un futuro mejor en la ciudad de Nueva York.
“Mi proyecto de ley, Int. 431, busca ampliar el acceso a las licencias, brindar educación sobre los derechos y responsabilidades de los vendedores y equilibrar la aplicación de la ley”, explica la concejal Sánchez.
“En mi distrito, más del 80% de los vendedores ambulantes trabajan sin licencia por ese límite absurdo en el otorgamiento de nuevas licencias”, subraya, al destacar la urgencia de regularizar una actividad económica vital para muchas familias.
De acuerdo con un estudio de la Independent Budget Office, si se aprueba el proyecto 431 —parte del paquete legislativo conocido como Street Vendor Reform Package— la ciudad podría generar hasta 59 millones de dólares adicionales en ingresos fiscales, además de brindar estabilidad económica y legal a miles de comerciantes.
Una voz para los trabajadores invisibles
Durante una audiencia pública reciente, Eliana, miembro de Street Vendor Project, compartió su testimonio: “Incluso después de todos estos años, sigo recibiendo multas por no tener un permiso. Pero la verdad es que no podemos conseguir uno”.
El proyecto de ley 431 permitiría que los vendedores puedan obtener y operar legalmente con una licencia y un permiso. A su vez, el proyecto de ley 408, que también está en discusión, propone crear oportunidades de educación para garantizar que los vendedores cumplan con las normativas locales.
“¡Les vendedores ambulantes contribuyen muchísimo a nuestra vida diaria, es hora de que vivan y trabajen sin miedo!”, reclaman activistas durante la audiencia.
Apoyo político y comunitario
La propuesta de Sánchez cuenta con el respaldo de líderes y funcionarios electos, entre ellos los concejales Carmen De La Rosa, Alexa Avilés, Carlina Rivera, Diana Ayala, el defensor del pueblo Jumaane D. Williams, el contralor Brad Lander y el presidente del condado de Queens, Donovan Richards. Todos ellos han expresado su apoyo en las manifestaciones recientes.
“Los vendedores ambulantes son icónicos en esta ciudad, desde quienes venden perros calientes hasta comida halal, y son el corazón de la economía”, afirma Murad Awawdeh, presidente y CEO de la Coalición de Inmigración de Nueva York.
“Demandamos justicia, dignidad y oportunidades a este sector de la economía por el fortalecimiento de la ciudad de Nueva York”.
Sin embargo, el alcalde Eric Adams ha mostrado reservas, señalando que “no se puede otorgar permisos a todos los vendedores ambulantes porque son muchos y sería inapropiado”.
Un paso hacia la equidad económica
Desde la década de los 80, el número de permisos para vendedores ambulantes en la ciudad se mantiene congelado, lo que ha obligado a muchos a trabajar sin autorización o a rentar permisos en el mercado informal por miles de dólares al año. La espera por un permiso puede extenderse por décadas, afectando sobre todo a inmigrantes y familias de bajos ingresos.
“No necesitamos más roces entre la autoridad y los inmigrantes, ni redadas de ICE, sino más estabilidad en nuestras comunidades”, asegura Carina Kaufman-Gutiérrez, subdirectora de Street Vendor Project.
Reforma estructural para una economía más inclusiva
En palabras de la concejal Pierina Sánchez:
“El paquete de reforma más amplio sobre la venta ambulante busca abordar estos problemas fundamentales aumentando gradualmente el acceso a licencias tanto para vendedores móviles como generales. Esta propuesta adopta un enfoque por etapas que eventualmente eliminará el límite arbitrario impuesto hace más de 40 años.
Esta legislación permitirá que más vendedores ingresen a la economía formal y fomentará el cumplimiento de las normas que realmente importan a los neoyorquinos: alimentos en condiciones sanitarias, calles limpias y seguras, y vecindarios donde la prosperidad se comparta.
Hablando en términos prácticos, la Oficina Independiente de Presupuesto estima que la legalización de los vendedores podría generar 59 millones de dólares en ingresos fiscales, más del triple de lo que actualmente recauda la ciudad.
También he propuesto enmiendas a nuestra legislación que reforzarían la aplicación de la ley en dos aspectos: primero, aumentando el número de oficiales de sanidad a medida que se amplía la disponibilidad de licencias”.

