Por José Zabala, creador de contenido
Nueva York / Santo Domingo – La libertad de expresión es uno de los pilares más importantes de toda sociedad democrática. Es el oxígeno que respira la verdad, la base del periodismo independiente, la esencia del arte y el derecho que empodera a los ciudadanos a denunciar, cuestionar y proponer. Sin libertad de expresión no hay democracia. Y por eso, debemos cuidarla, fortalecerla y defenderla constantemente, tanto en la República Dominicana como en el resto del mundo.
¿Qué es la libertad de expresión?
La libertad de expresión es un derecho fundamental que permite a toda persona expresar ideas, opiniones, creencias e información, sin miedo a represalias, censura o persecución, ya sea del Estado, grupos de poder o individuos.
Incluye el derecho a:
• Hablar libremente, en público o privado.
• Escribir y publicar opiniones en prensa, redes sociales o plataformas digitales.
• Expresarse a través del arte, la música, el teatro o cualquier forma creativa.
• Buscar, recibir y difundir información sin obstáculos.
¿Qué dice la Constitución Dominicana?
La Constitución de la República Dominicana, en su Artículo 49, consagra este derecho:
“Toda persona tiene el derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa.”
Este artículo protege el derecho a informar y ser informado, siempre que se respeten los derechos y la honra de los demás. También establece que la ley regulará los límites necesarios para evitar abusos, como la difamación, incitación a la violencia o el odio.
¿Por qué debemos cuidarla?
Porque la libertad de expresión no es un privilegio garantizado para siempre. En muchos países está siendo restringida por gobiernos autoritarios, desinformación, censura digital o violencia contra periodistas. Incluso en democracias consolidadas, existen intentos de limitarla bajo pretextos de “seguridad”, “orden público” o “protección del honor”.
Cuidarla es:
• Proteger a los periodistas y medios independientes.
• Promover el acceso libre a internet y redes sociales.
• Defender a los artistas y ciudadanos que usan su voz para crear conciencia.
• No callar ante la injusticia ni aceptar la autocensura.
¿Quiénes están a favor y quiénes en contra?
A favor:
• Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Reporteros Sin Fronteras.
• Ciudadanos comprometidos, medios de comunicación libres, artistas, educadores y activistas sociales.
• Gobiernos democráticos que respetan la institucionalidad.
En contra:
• Gobiernos autoritarios que temen a la crítica.
• Censores que quieren controlar la narrativa.
• Grupos que se benefician del silencio y la desinformación.
La democracia se fortalece con la libertad de expresión
Una democracia sólida no le teme al debate, a la crítica, ni a la diferencia de opiniones. Al contrario, la diversidad de ideas fortalece el pensamiento colectivo y permite que las decisiones sean más justas, inclusivas y representativas.
Cuando un ciudadano habla libremente, cuando un periodista denuncia la corrupción, cuando un artista provoca reflexión con su obra, cuando un joven se expresa en redes sociales… ahí está viva la democracia.
En resumen:
La libertad de expresión es el derecho a decir lo que piensas, incluso si incomoda, siempre que no cause daño a los derechos de otros. Es un principio que debemos ejercer con responsabilidad, pero también con valentía.
Defenderla es defender la libertad, la justicia y la verdad.
José Zabala
Creador de contenido. Editor de Zabala Al Día.
Voz de la comunidad en la diáspora y defensor de los derechos fundamentales.
