Por José Zabala, creador de contenido
Santo Domingo – La República Dominicana, como nación en constante crecimiento urbano, necesita adoptar de manera urgente un modelo de planificación más inclusivo, moderno y humano. Entre las acciones prioritarias están la creación de más zonas peatonales y la incorporación de tramos seguros para bicicletas dentro de sus calles, en las 32 provincias del país. Esta transformación no solo representa un avance en términos de infraestructura, sino una oportunidad integral para fortalecer la salud, el turismo, la economía, la cultura y la seguridad ciudadana.
¿Qué es una zona peatonal?
Una zona peatonal es un espacio urbano donde el tránsito de vehículos motorizados está restringido parcial o totalmente, permitiendo que las personas caminen libremente, con mayor seguridad, confort y acceso a servicios, comercios y espacios públicos. Estas áreas estimulan la convivencia social, la actividad económica local, el esparcimiento familiar y el cuidado ambiental.
Del mismo modo, unos tramos de calles adaptados para bicicletas es una red de vías o carriles habilitados especialmente para el uso de bicicletas, con señalización, cruces seguros y normas que protejan al ciclista. Son esenciales para impulsar una movilidad más saludable, accesible y sostenible.
El ejemplo de la calle El Conde: un modelo por expandir
En el corazón de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, la calle El Conde sigue siendo el único referente consolidado como zona peatonal en el país. Este emblemático paseo ha sido clave en la revalorización del patrimonio histórico, el crecimiento del turismo cultural y la dinamización del comercio local. Su impacto demuestra que cuando se le da prioridad al peatón, florecen la historia, la identidad y el desarrollo económico.
Plan piloto en las 32 provincias: una visión de país
Es urgente que se implementen planes pilotos en cada provincia, identificando calles y zonas específicas que puedan transformarse en corredores peatonales o ciclovías urbanas. Estas acciones no deben limitarse a las grandes ciudades. También deben llegar a pueblos, barrios históricos y centros comerciales de provincias como San Francisco de Macorís, Santiago, Puerto Plata, San Juan de la Maguana, La Vega, Azua, Barahona y muchas más.
Beneficios múltiples para la nación
Implementar zonas peatonales y tramas para bicicletas tendría múltiples impactos positivos:
• Salud Pública: Promueve la actividad física, reduce enfermedades cardiovasculares y combate el sedentarismo.
• Desarrollo urbano: Humaniza los espacios, fortalece la convivencia y embellece la ciudad.
• Seguridad vial: Disminuye accidentes, especialmente en áreas escolares y comerciales.
• Turismo: Aumenta el atractivo de las ciudades y su valor cultural.
• Economía: Impulsa el comercio local, el empleo informal y el emprendedurismo.
• Cultura y raíces: Rescata espacios tradicionales y conecta a la ciudadanía con su historia y herencia.
• Medio ambiente: Reduce emisiones de carbono y mejora la calidad del aire.
Llamado a la acción
Es hora de que autoridades municipales, el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Cultura y el sector privado trabajen juntos para redefinir el uso de nuestras calles. Un país que camina, que pedalea, que respira aire limpio y que convive en espacios comunes es un país que avanza hacia un modelo de desarrollo más justo, más moderno y más humano.
La calle El Conde no debe ser la excepción, sino el inicio de una nueva era urbana para todos los dominicanos. J