Por José Zabala, creador de contenido
Nueva York – Un nuevo proyecto de ley impulsado por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos propone imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por inmigrantes desde territorio estadounidense hacia sus países de origen. Esta iniciativa, aún en fase preliminar, forma parte del plan denominado “Gran Ley Única y Hermosa”, respaldado por el expresidente Donald Trump, y ya genera preocupación en América Latina y el Caribe por su potencial impacto económico y social.
¿Y la República Dominicana?
Aunque actualmente la isla no aparece entre los países más afectados por el proyecto, la comunidad dominicana en EE.UU. se mantiene alerta. La preocupación principal es que se siente un precedente peligroso que pueda extenderse en el futuro a todas las remesas, sin distinción.
“Hoy no nos afecta directamente, pero mañana puede hacerlo. Hay que estar unidos y vigilantes para defender el fruto del sacrificio de nuestra comunidad”, opinó Ana Rivera, activista dominicana en Nueva York. Aunque por ahora la República Dominicana no figura entre los países más directamente afectados —ya que las remesas representan el 8.1% de su Producto Interno Bruto (PIB)—, otras naciones de la región dependen mucho más de estos envíos.
Según experto: Imponer un impuesto del 5% a las remesas sería una medida regresiva y punitiva que afectaría de forma directa a las familias más vulnerables de América Latina y el Caribe. Lejos de frenar la migración, podría agudizar sus causas estructurales, deteriorar los derechos humanos y limitar el desarrollo económico en las zonas más pobres del hemisferio.
Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2024 las remesas representaron el:
- 27.6% del PIB en Nicaragua
- 25.9% en Honduras
- 23.5% en El Salvador
- 19.5% en Guatemala
Países como Haití, Jamaica, Costa Rica, Panamá, Brasil, Chile y Uruguay también verían afectada su economía de manera considerable.
El impacto de un impuesto a las remesas
Las remesas son una fuente esencial de ingresos para millones de familias en América Latina. Sostienen gastos en alimentación, educación, salud y vivienda. Según el Migration Policy Institute (MPI), los inmigrantes envían entre 131 y 648 dólares mensuales, en su mayoría a padres, madres o abuelos.
El BID estima que en 2024, los envíos de dinero a América Latina y el Caribe alcanzaron un récord de 161,000 millones de dólares, con México a la cabeza con 65,000 millones, seguido por Centroamérica con más de 45,000 millones.
No obstante, el verdadero impacto se mide en términos proporcionales: no son los países que más reciben en montos absolutos los más afectados, sino aquellos cuya economía depende directamente de estos fondos.
¿Qué dicen los inmigrantes que envían remesas?
Muchos trabajadores inmigrantes en EE.UU. expresaron su preocupación ante la posibilidad de que se apruebe este impuesto:
“Yo mando dinero a mi madre cada mes. Si me cobran un 5% por ayudarla, me va a doler mucho. Ya pagamos impuestos aquí”, dijo Luis Fernández, trabajador guatemalteco en Nueva Jersey.
“Esto va a bajar lo que mandamos. No porque no queramos ayudar, sino porque ya no va a alcanzar”, comentó María Tejada, dominicana residente en el Bronx.
Reacciones políticas y advertencias
Expertos alertan que esta medida podría fomentar el uso de canales informales para enviar dinero, aumentando riesgos de fraude, lavado de activos y pérdida de control fiscal. Además, afectaría principalmente a los trabajadores indocumentados, que a pesar de no tener un estatus migratorio legal, aportan miles de millones de dólares en impuestos federales y estatales.
“La medida constituye un acto de discriminación sin precedentes, especialmente contra comunidades inmigrantes que ya aportan al sistema fiscal norteamericano”, afirmó el senador mexicano Jorge Carlos Ramírez.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su rechazo, calificando la propuesta como una doble tributación, ya que los inmigrantes en EE.UU. ya pagan impuestos.
Datos clave del impacto fiscal
- En 2023, los inmigrantes indocumentados aportaron más de 66,000 millones de dólares en impuestos, según el BudgetLab de la Universidad de Yale.
- Representan el 4.7% de la fuerza laboral estadounidense, de acuerdo al Institute on Taxation and Economic Policy.
- Más del 90% de los inmigrantes indocumentados están en edad productiva.
El plan contempla que los ciudadanos estadounidenses y quienes tengan número de Seguro Social válido estarían exentos o recibirían créditos fiscales, pero millones de inmigrantes quedarían afectados.
Impacto en los gobiernos y en la región
Si se aprobara esta medida, los gobiernos de países altamente dependientes de las remesas enfrentarían consecuencias económicas serias: aumento de la pobreza, migración forzada, caída del consumo interno, e inestabilidad fiscal.
“Un impuesto como este no solo reduce lo que reciben nuestras familias, también pone en riesgo la economía de todo el país”, advirtió un funcionario salvadoreño en Washington.
Fuentes:
- Banco Interamericano de Desarrollo – Informe “Remesas a América Latina y el Caribe en 2024”
- Migration Policy Institute
- Institute on Taxation and Economic Policy
- American Immigration Council
- BudgetLab – Universidad de Yale
- Presidencia de México