Los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump ya están en vigor, afectando a varios países, entre ellos España, pero Taiwán es uno de los más afectados con un 32% de arancel. Esta medida busca que EEUU recupere el liderazgo en la fabricación de semiconductores, un sector dominado por Asia.
Asia produce actualmente el 90% de los chips de memoria, el 75% de los microprocesadores y el 80% de las obleas de silicio. Taiwán, líder en este sector, fabrica el 90% de los chips de alta integración y el 41% de los microprocesadores. La Administración estadounidense está implementando medidas para fomentar la compra de circuitos integrados fabricados en EEUU.
El presidente Trump ha sido claro en su intención de devolver la fabricación de estos bienes esenciales a EEUU, imponiendo aranceles a la producción extranjera de chips informáticos, semiconductores y productos farmacéuticos. Aunque Taiwán y EEUU mantienen una alineación geopolítica, los fabricantes taiwaneses no están exentos de estos aranceles.