Martínez, de 51 años, carga con casi tres décadas de vida política. Desde octubre de 2023, el dirigente peledeísta saborea la candidatura presidencial, después de ocho años siendo alcalde de la “Ciudad Corazón”. Allí nació el 21 de abril de 1972.
Con Gonzalo Castillo como candidato presidencial, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sufrió una derrota en las elecciones del 2020. La dinastía morada, que acumulaba 16 años en la silla de mando del país (2004-2020), se debilitó desde la salida del expresidente Leonel Fernández y un grupo, y luego de que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) logró la victoria electoral en 2020.
Ya han pasado cuatro años. Ahora, la organización política ha vuelto al campo de batalla para competir en los sufragios de este 2024, pero, esta vez, representado por un nuevo rostro, uno que es muy conocido en la ciudad de Santiago de los Caballeros: Abel Atahualpa Martínez Durán. Es la pieza más importante del partido, con la que piensa levantar su fuerza pública, si retorna al poder.
Martínez, de 51 años, carga con casi tres décadas de vida política. Desde octubre de 2023, el dirigente peledeísta saborea la candidatura presidencial, después de ocho años siendo alcalde de la “Ciudad Corazón”. Allí nació el 21 de abril de 1972.
Martínez comenzó su proyecto electoral con poca popularidad en la masa nacional, a pesar de su dilatada carrera política. Así lo aseguraba en mayo de 2023, cuando en una conferencia de prensa dijo que una parte de la población dominicana desconocía sus aspiraciones a esa posición, aunque aseguró que eso comenzaba a cambiar, porque era una cuestión de “conocimiento” sobre su historial político.
Desde que puso en marcha su candidatura, Martínez ha criticado la forma en como Luis Abinader ha gobernado a República Dominicana. El mandatario es su contrincante, y de otros ocho candidatos, para los comicios del domingo 19 de mayo.
A través de su eslogan político: “Aguanta que falta poco”, el dirigente del partido morado ha manifestado que el país “amerita un cambio de rumbo urgente”, ante un “panorama oscuro” que, a su juicio, sufre la población.
Martínez es uno de los candidatos de la coalición política, Alianza Opositora Rescate-RD, junto a Leonel Fernández por el partido Fuerza del Pueblo (FP) y Miguel Vargas Maldonado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
En la primera vuelta electoral, buscarán, por cuenta propia, arrebatarle el poder a Abinader, quien representa al PRM. Pero, en caso de que haya una segunda vuelta, apoyarán al que clasifique de primero.
Para Martínez, ese pacto electoral ha tenido dos factores preponderantes desde su creación en agosto de 2023: “Uno es que ha fortalecido a la oposición. Pero, (también) ha creado un efecto en el Gobierno y en el partido oficialista: lo tiene desesperados”, decía el dirigente peledeísta hace cuatro meses en una entrevista.
El saliente alcalde de Santiago tendrá a Zoraima Cuello como su compañera de boleta para la vicepresidencia.
En lo personal, se casó en marzo de 2014 con la presentadora de televisión Nahiony Reyes, con quien procreó dos hijos: Abel Arturo y Laia Victoria.
GOBIERNO EN TRES PILARES
En caso de llegar a la silla del poder, Abel Martínez promete construir una República Dominicana “del futuro”. Para ello, su plan de Gobierno se resume en tres pilares: mejor poder adquisitivo de la población, garantizar orden y seguridad ciudadana, y asegurar servicios públicos de calidad. Así lo informó el pasado jueves 4 en un encuentro con la Cámara Americana de Comercio del país. Allí, habló de la importancia de diversificar la economía y promover la incorporación en nuevas cadenas globales de valor, utilizando el ‘nearshoring’ y ‘friendshoring’.
El ‘nearshoring’ es una estrategia empresarial que consiste en trasladar los procesos, servicios y funciones de una zona a otra con menor distancia. En el caso del país, es acercar la producción nacional a países cercanos. Mientras, el ‘friendshoring’ es una práctica comercial que se centra en las relaciones con países que se consideran aliados económicos y políticos.
“Es hora de reinventarnos y construir juntos la República Dominicana del futuro. Y para ello es indispensable desarrollar nuevas actividades productivas, e insertarnos en nuevas cadenas globales de valor, con productos y servicios de mayor valor agregado y mayor contenido tecnológico”, dijo Martínez.
Pero, sus propuestas no se quedan ahí. Para “transformar la seguridad” nacional, el dirigente peledeísta ha planteado 10 puntos esenciales. El primero es la creación de un sistema de vigilancia, “Ojos de Águila”, que estaría compuesto de cámaras con reconocimiento facial e inteligencia artificial (IA), con el objetivo de identificar “perfiles sospechosos”.
El segundo punto consiste en crear más de 200 nuevos destacamentos policiales y modernizar aquellos que los necesiten. También, propone implementar “botones de pánico” en zonas de mayor inseguridad, donde los habitantes, en caso de ser víctimas de una vulneración, envíen una alerta inmediata a las autoridades.
Para el sector agropecuario, la visión es aún más fuerte. Martínez ha adelantado en actos públicos que en los primeros 100 días de Gobierno declararía en emergencia la agropecuaria nacional y llamaría a la Constitución de un Pacto Nacional por la rentabilidad del sector.
“Estamos convencidos de que invertir en la producción agropecuaria es clave para la economía del país. Nosotros tenemos un plan para transformar y rescatar el sector agropecuario”, dijo el aspirante.
Ese programa va desde potenciar el sector, revolucionar la productividad, con tecnologías avanzadas, mejorar las infraestructuras, impulsar el crecimiento de las agroexportaciones, hasta fomentar la comercialización agropecuaria segura y rentable.
En la salud, Martínez buscará fortalecer el seguro nacional de salud, con la garantía de una cobertura integral y asequible para todos. Su plan incluye trabajar la atención a la salud mental, colocar un sistema integral de gestión, con una plataforma digital, eliminando el lápiz y papel. También, implementaría una red nacional de farmacovigilancia, entre otros proyectos.
EL EXPEDIENTE DE ABEL
Corría el año 1997 cuando Abel asumió su primer cargo público: procurador fiscal adjunto en Santo Domingo. Era el segundo año del primer Gobierno de Leonel Fernández (1996-2000), con el PLD.
Un año antes, en 1996, Abel se graduó de licenciado en Derecho en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm). En Santo Domingo duró apenas dos años, y para 1999, Abel fue designado procurador fiscal del Distrito Judicial en Santiago de los Caballeros.
Después de tres años de experiencia como procurador fiscal, el abogado de profesión comenzó a mostrar interés por la política; inclinación que le dio resultados: en las elecciones congresuales de 2002 fue electo diputado al Congreso Nacional por la provincia de Santiago, y reelecto a la misma posición en 2006 y 2010.
En ese último año, logró la presidencia de la Cámara de Diputados. El más joven de los titulares del Parlamento. Allí, duró seis años (2010-2016), hasta que compitió por la Alcaldía de su ciudad natal. En 2016 se convirtió en alcalde, cargo al que le pondrá punto final cuando le entregue la administración del municipio a Ulises Rodríguez del PRM, quien fue elegido por los santiagueros en las elecciones municipales de febrero, para dirigir hasta el 2028.
SAURO SCALELLA
sauro.scalella@listindiario.com
Santo Domingo, RD