Fuerza del Pueblo, que viene de afianzarse como segundo partido político en las recién finalizadas elecciones, no está en dejar pasar el tiempo para iniciar su proceso de reestructuración.
La organización que lidera el expresidente Leonel Fernández comenzó los trabajos para la celebración de su primer congreso, en el que se contemplan asambleas que concluirán con cambios en todas las direcciones.
Hasta la presidencia del partido estará en un congreso que de acuerdo con el partido constará de tres etapas. La primera estará dirigida al diagnóstico de la organización y la evaluación del proceso electoral. También se abordarán la reforma estatutaria, reglamentos y normas de trabajo. La segunda etapa implica el rediseño y convergencia entre la línea organizativa y electoral, elaboración de una política opositora y la estrategia congresual, social y sectorial. En la tercera fase se elegirá la estructura dirigencial del partido a nivel nacional.
No es criticable, siempre que se actúe con apego a la ley, que un partido político comience desde temprano su proceso de reestructuración y a diseñar su método para intervenir en la escena política.
Al afianzarse como segunda fuerza política en los comicios de mayo, Fuerza del Pueblo manda una señal luminosa con el proceso de reestructuración a que se ha abocado desde temprano.
De esa manera supera la tradición de los partidos que por lo regular comienzan a prepararse para terciar en procesos electorales.
El Nacional