Los informes de recortes en las bibliotecas de la Ciudad de Nueva York han provocado protestas públicas durante semanas por las posibles ramificaciones en el sistema de bibliotecas de la ciudad.
La forma de esos recortes propuestos finalmente está tomando forma gracias a una carta del director de la Biblioteca Pública de Nueva York, cuyos detalles se informaron esta semana en The Gothamist.
El presidente de NYPL, Anthony Marx, dijo que los neoyorquinos deben prepararse para la eventualidad de que el servicio de biblioteca de fin de semana esté en el punto de mira. La última ronda de recortes propuestos, dijo, despojaría a las bibliotecas de $23 millones.
“Esto daría como resultado la eliminación del servicio dominical en las ocho ubicaciones actuales, la reducción de horas y el cambio a un horario de servicio de cinco días en la mayoría de las ubicaciones”, escribió Marx.
Un déficit de ese tamaño también podría eliminar los puestos actualmente vacantes, así como cualquier vacante futura.
“Todo esto es, por supuesto, realmente horrible incluso de contemplar, y todavía esperamos, y haremos todo lo posible, para evitar estos recortes”, continúa la carta.
Los recortes propuestos se producen en un momento volátil en el que las bibliotecas de todo el país luchan contra la presión de una pequeña minoría que intenta prohibir, y con éxito en muchos lugares, los libros que cubren temas relacionados con las personas de color y las personas LGBTQ+. Algunas bibliotecas que luchan contra eso han visto recortados los fondos o se han visto obligadas a cerrar.
Un estudio publicado el año pasado encontró que más del 70% de los padres se oponían a la prohibición de libros. Específicamente, la encuesta encontró que la mayoría de los padres tenían un “alto grado de confianza en los bibliotecarios escolares para tomar buenas decisiones sobre qué libros poner a disposición de los niños”.
A principios de este mes, la administración de Eric Adams pidió a todas las agencias de la ciudad que recortaran otro 4% de su presupuesto. Una justificación para esta ronda de recortes es la creciente población migrante en la ciudad y los recursos necesarios para responder.
Presionado sobre los posibles recortes en la biblioteca en una conferencia de prensa en marzo, el alcalde rechazó etiquetar el llamado ajuste de cinturón como “recortes”.
“Desde Staten Island hasta El Bronx, todos están haciendo un trabajo increíble y creo que es una mala información afirmar que estamos haciendo recortes. Hemos pedido a todas las agencias de la ciudad que busquen eficiencias y los trabajos que estaban vacantes”, dijo Adams.
“Estamos enfrentando una crisis financiera y entiendo lo que dicen. Lo respeto. Pero necesito que todas mis agencias se concentren en cómo capear esta tormenta”.
The Gothamist informa que los sistemas de bibliotecas en Queens y Brooklyn también esperan recortar el servicio de fin de semana si se llevan a cabo los recortes presupuestarios propuestos.
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