29/05/2025 18:04|Actualizado a 29/05/2025 18:04
La Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) celebrará sus elecciones en el mes de julio del presente año, motivo que nos lleva a analizar la situación actual del organismo rector de nuestra pelota otoño-invernal.
Lidom requiere una renovación, un cambio de los pies a la cabeza. Si tomamos en cuenta los acontecimientos abominables del torneo pasado, incluyendo el manejo desastroso de la Serie de los Titanes, mostrando la avaricia al más alto nivel; efectuar partidos de manera temeraria durante el período lluvioso del tramo final de la serie regular (inolvidable lo ocurrido en el encuentro Gigantes-Águilas el 23 de diciembre), eso por mencionar parte de los sucesos desafortunados que no deben volver a repetirse, evidenciando debilidades de liderazgo en el organismo rector de nuestro béisbol profesional.
A finales de marzo nos topamos con la noticia de la concesión de la Serie del Caribe Santo Domingo 2028 a Miami. Desde nuestra liga se dijo, justificando tan errónea decisión, que en Dominicana debíamos tener un estadio con capacidad para 30 mil fanáticos, algo realmente descabellado e insólito para el país y los fervorosos seguidores de nuestros equipos, con la agravante de que la Confederación de Béisbol del Caribe tiene su sede y oficina en República Dominicana.
Lidom es una institución carente de un organismo ético, dejando todas las decisiones al presidente, sin la más mínima señal de descentralización, muy similar a la era del presidente anterior Leonardo Matos Berrido. No se puede ser juez y parte, pues es imposible que una entidad pueda operar sin contar con una Comisión de Etica y Disciplina y una de Apelación eficientes y funcionales e igualmente sin tener un Código de Etica y Disciplina y el control antidopaje de los peloteros y técnicos; además de las personas que intervienen en sus actividades y sus torneos, como ocurre en LIDOM.
Pese a tan penosas realidades hay esperanza de que la liga tome un mejor rumbo, pues dentro y fuera de ella hay personalidades con el perfil ideal para encabezar su nueva directiva a ser elegida en el mes de julio del presente año. Entre los notables sobresale el Licdo. Antonio Mir Zuleta, actual presidente de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), un petromacorisano ligado genéticamente a las Estrellas Orientales desde sus ancestros. Mir es un joven empresario y profesional con las herramientas para enderezar los entuertos de la liga.
El Licdo. José Miguel Minier Almonte, santiaguero, un jurisconsulto de larga data vinculado a las Águilas Cibaeñas. El Doctor José Aníbal García Vargas, ex presidente y ejecutivo de Gigantes del Cibao es un hombre con los méritos suficientes para ocupar un puesto directivo, por igual el Lic. Víctor Rosario, Director de la Escuela de Mercadeo y Negocios y catedrático de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCAMAIMA).
El doctor Ysócrates Andrés Peña Reyes, actual Asesor de la Confederación de Béisbol del Caribe sería un hombre clave como asesor y el Licdo. Jorge Torres Ocumárez, una persona forjada en Lidom, como director técnico y asesor general de una eventual nueva directiva.
Todas estas personas, poseen el talento y la capacidad para servir de columnas a las tareas que imponen lograr un cambio de mentalidad en la dirección y operación de la entidad.
Similar al béisbol actual, la Lidom necesita de un relevo confiable, efectivo y radical; la misma debe adaptarse y acoplarse a los nuevos conceptos de gerencia, liderazgo, descentralización y visión que rigen el béisbol moderno y que a su vez imponen los avances del mundo y de la sociedad dominicana, a fin de caminar al ritmo de los nuevos tiempos.
Fuente Listin Diario